Es estupendo, suave y cómodo. Te sientas en el sofá, te lo colocas en el hombro y mmmmmm que bien. La verdad es que puedo probarlo poco, porque claro duerme con los pequeños; un día con cada uno. Y por el día les acompaña mientras juegan. Noa le está enseñando a hacer puzzles, no se si se arrancará y pondrá alguna pieza el sólo, pero no será porque Noa no insiste en enseñarle cómo se hace, le pone la pieza en la mano y le acompaña. Mientras Juan hace los deberes, Noa pinta, pone la pintura en la mano de Totoro y pinta con él. Es uno más en la familia.
El Tutorial que he seguido para hacerlo es el de cheek and stitch, pero he incluido alguna modificación.
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