El diente está a punto. Se mueve mucho, mucho, muchísimo, en cualquier momento caerá.
Y cuando ocurra Juan lo guardará en el bolsillo de esta estrella a la espera de que, a lo largo de la noche, llegue el Ratoncito Pérez y se lo lleve, dejando un regalo junto la cama o una moneda bajo la almohada.
No tiene pérdida, el diente está en el bolsillito que tiene el dibujo del diente, como si de un mapa se tratara: el tesoro está dentro.
Por la parte de atrás la estrella está hecha con forro polar, para que esté cómodo el Ratoncito Pérez, si quiere parar a descansar un ratito y continuar después su tarea de recoger todos los pequeños dientes de los niños y niñas a los que se les haya caído ese día.
Noa, como ve que a su hermano se le mueven y se le caen los dientes, también quería que se le cayeran a ella y que el Ratoncito Pérez le dejara un regalo. Sobre todo desde el año pasado, que el día de Año Nuevo a Juan se le cayeron dos dientes seguidos, así que el Ratoncito Pérez tuvo que venir dos noches seguidas y debió de hacer pensar a Noa, puf!!! esto va rápido.
Confío en que Noa tenga que esperar unos años más, pero también está preparada con su Ratoncita Guardadientes, menuda sorpresa se llevará el Ratoncito Pérez al ver donde guardan sus dientes.
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